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Cada metro cuadrado cuenta

Cuando tuvo que desarrollar un proceso de producción para un nuevo producto desde cero, esta empresa neerlandesa aprovechó herramientas y prácticas lean. Y los resultados fueron impresionantes.

Introducir un nuevo producto en su programa de producción puede ser una tarea desalentadora, especialmente cuando el producto es complejo y no existe un proceso ni una línea que sean adecuados para su fabricación. Esta es la situación en la que se encontró recientemente Royal Vezet, una empresa familiar de alimentación de 108 años radicada en los Países Bajos. Su cliente, la cadena de supermercados Albert Heijn, había decidido presentar Culii, un pack de comida casera con un entrante y un plato principal que alimenta a dos personas y que se puede preparar en tan solo 10 minutos.

Debido a la gran cantidad de ingredientes que contiene el pack, Culii fue, con diferencia, el producto más complejo que Vezet tuvo que ensamblar. La empresa decidió producirlo en su pequeña fábrica de Purmerend, justo al norte de Ámsterdam (Vezet tiene un total de siete plantas en los Países Bajos, con un total de 72 líneas de productos), debido a su equipamiento y a la experiencia del equipo local. Aún así, el desafío era grande: con Culii, el volumen de producción esperado de las instalaciones de Purmerend aumentaría un 250% y el objetivo era alcanzar ese volumen sin ninguna inversión adicional (ya sea en máquinas o más espacio).

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