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Artesanía: el arte perdido en el desarrollo de productos

En su primer trabajo como diseñador de motores, Steve Shoemaker podía visitar el 90 por ciento de los flujos de valor del producto final a una hora de distancia en coche desde donde trabajaba. Ese ecosistema era un terreno fértil para el desarrollo de la artesanía (una comprensión profunda de los productos que se estaban desarrollando y los procesos necesarios para construirlos) tanto en ingenieros como en empleados de taller. En este artículo, Shoemaker describe cómo años de subcontratación y reducción de costes miopes por parte de las empresas perjudican la artesanía. Ofrece un enfoque basado en su experiencia como ingeniero y ejecutivo para el crecimiento de la artesanía y la ventaja competitiva que ésta confiere.

Más de 1.000 ingenieros estaban trabajando en la oficina de diseño de las instalaciones de motores de Caterpillar Tractor Company, ahora Caterpillar, Inc., en Mossville, Illinois, cuando entré en el vasto espacio por primera vez. Sentados en filas de tableros de dibujo colocados horizontalmente que se extendían hasta donde alcanzaba la vista, estaban diseñando motores para máquinas Caterpillar y el mercado de camiones de carretera. Cables eléctricos colgaban del techo para alimentar los nuevos terminales CAD que reemplazaban a las placas utilizadas durante las últimas cinco décadas. Los tableros ya desaparecidos servían como escritorios para los terminales CAD. A medida que avanzaba mi primer día de trabajo, una neblina llenó la inmensa habitación; las políticas de no fumar aún no habían llegado.

Recuerdo vívidamente otra cosa de ese primer día en el trabajo hace 33 años. Una placa no tenía terminal CAD. Estaba inclinado en el ángulo deseado por su usuario, que tenía su propio cubículo de tres paredes a unos pasos de la oficina del ingeniero jefe. Su cubículo estaba vacío excepto por la mesa inclinada, el taburete, el cenicero y la taza de café. No había diplomas colgados en la pared para autopromoción. Siempre estaba estudiando su dibujo y pensando. Rara vez sonaba su teléfono; simplemente dibujaba hora tras hora. Era uno de los diseñadores de motores de mayor rango de la empresa. Su nombre era Benny.

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